A unos cuantos kilómetros del Mar Caribe, entre escarpes y filos pronunciados que forman una pirámide casi perfecta, se levantan los glaciares de la Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña costera más alta del mundo y el corazón del territorio de cuatro pueblos indígenas: Los Kogui, los Arhuaco, los Wiwa y los Kankuamos.
En esta ocasión un grupo de expedicionarios hicieron ascenso con la comunidad arhuaca, conformada por 7 porteadores de la comunidad, 3 guías de alta montaña y 5 expedicionarios (3 mujeres de diferentes regiones: Medellín, Bogotá y Cali, 1 rolo y 1 suizo) que se adentraron al corazón del mundo (como es denominada la Sierra Nevada de Santa Marta) durante 11 días, en lo que fue un recorrido de aproximadamente 100 kilómetros y 8.500 metros de desnivel positivo, en los que todos los guías y expedicionarios lograron cumbre en el pico KakU zerarankua (Simmonds) a 5.630 m.s.n.m.
A la fecha existen pocos registros de acceso a este glaciar que sigue resistiendo al cambio climático, cada vez con menos masa glaciar, sin embargo esta expedición va mucho más allá de su cumbre, significa recorrer y reconocer parte del territorio Colombiano inexplorado y desconocido, en el que se encuentran todos los pisos térmicos y ecosistemas entre los 0 y 5.630 m.s.n.m. pasando por bosques, paramo, super páramo y glaciar, es por eso que la Sierra Nevada de Santa Marta fue declarada Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad, en 1979 por La UNESCO, debido a la red de ecosistemas que albergan innumerables formas de vida y que son hogar de varias comunidades indígenas.
Gloria Castaño de Medellín, Diana Florián de Bogotá e Ingrid Henao de Cali, son las tres mujeres colombianas que lograron la hazaña, acompañadas por Oscar Aragón de Bogotá, Sebastien wermuth de Suiza, y los guías Ricardo Rubio, Ricardo Avella y Sebastián Sarasa.
Literalmente un viaje para los sentidos, de conexión con las realidades de las comunidades indígenas y la sierra misma, un viaje de intercambio cultural invaluable.
